Una bebida a base de naranja
Valencia, a pesar de estar junto al mar, puede ser una ciudad muy calurosa. Cuando estás inmerso en el calor sofocante del pavimento, con los días que parecen no tener fin, ¿qué podría ser mejor que un poco de Agua de Valencia?
No te dejes engañar por el nombre porque no hay agua, ni mucho menos. Es una bebida elaborada con zumo de naranja, ginebra, cava, hielo y azúcar. La Comunidad Valenciana produjo cerca de la mitad de los casi 3,4 millones de toneladas de naranjas en España el año pasado. En comparación con las naranjas italianas, es una fruta mucho más dulce y a veces del tamaño de un pomelo.
El dulzor de la naranja y el propio azúcar enmascaran el sabor del alcohol, haciendo que el Agua de Valencia baje como agua. Tenga cuidado de no salir borracho del local.
El Agua del Valencia es una obra de arte
Sus orígenes se remontan a mediados de la década de 1950. El pintor gallego Costante Gil (1926-2009), propietario del bar Cervecería Madrid de Valencia, inventó el cóctel para los artistas habituales del bar. Fue a partir de los años 70 cuando la bebida pasó a formar parte de la movida valenciana. Verdadera obra de arte, acompañó los encuentros de escritores, pintores, músicos.
Hoy la Cervecería Madrid ha reabierto como Café Madrid. Impulsada por la curiosidad de conocer el lugar donde empezó todo, fui a ver qué tipo de local era. Se encuentra en el centro de Valencia, tiene una gran puerta de madera, es imposible pasarla por alto.
Al entrar, intento imaginar el fermento cultural que había en la época de Constante Gil. El bar es muy chic, con una decoración retro y elegante. El Agua de Valencia, como manda la tradición, se sirve en copas de champán.
Personalmente, no soy partidaria de los súper licores, pero el Agua de Valencia es una droga: te quita la sed, te refresca y, si no tienes cuidado, te emborracha.