La historia contada en el libro Anime di Cartapesta de Giacomo Doni
¿Qué tiene que ver un belén con el manicomio? Vayamos por orden. Giacomo Doni, fotógrafo y experto en salud mental, visitaba el asilo de Cogoleto con Michele, su guía. Inesperadamente, tras días de inspeccionar y hacer fotos, ve la cuna.
El hospital psiquiátrico de Cogoleto es el mayor asilo de Italia. El interior del sótano guarda un pedazo de historia de los años 80. Este recuerdo, gracias a una obra coral de la que Giacomo es director, se recuperó, pero no inmediatamente.
Estaba oscuro y húmedo, las habitaciones no eran muy acogedoras, la cuna se vislumbraba a media luz. Doni saca una foto. Lo hace sin trípode, con poca luz y mientras lo hace piensa: «La próxima vez lo haré mejor». Esa segunda oportunidad nunca llegó.
8 años después, todavía Cogoleto
Esta vez Doni participa en una conferencia dedicada a la memoria del hospital psiquiátrico de Liguria. El recuerdo de la cuna siempre está ahí, un pesar que decide exorcizar contando su experiencia. Al final de la reunión, una persona se levanta del público y se une a él. Era el primo de Michele, el que había sido su guía. Fulia Pischedda tiene esas imágenes y quiere ponerlas a disposición de Giacomo para que cuente su historia.
La Asociación Cultural Cogoleto Otto, organizadora de la conferencia, señaló entonces a Tommaso Molinari, el enfermero encargado del belén. Las piezas del rompecabezas estaban ahí, ahora se podía contar la historia.
Así nació el libro Anime di Cartapesta, publicado por Attucci Editore. Un libro realizado en colaboración con Francesco Caviglia, antiguo director administrativo del manicomio de Cogoleto y jefe del Servicio de Presupuestos de la Unidad Sanitaria Local 8. Fue él quien tuvo la idea de crear un belén para realzar el espacio que albergaba la tipografía.
A la entrada del belén: “No había lugar para ellos”
En poco tiempo, se formó un grupo de trabajo de operadores y pacientes y comenzó el viaje. El belén verá la luz tres años después, gracias también a la ayuda de las habilidades artísticas manuales de Bruno Galati. Durante su realización, muchos pacientes abandonaron sus puestos. En cierto modo, no querían hacer hincapié en sus vidas; la cuna dolía.
Junto con el nacimiento, se representaban escenas de la vida cotidiana. El belén estaba ambientado en el hospital psiquiátrico, con el teatro, la lavandería, la escuela, la panadería. Aún más característico era el cementerio, el electroschock, las celdas.
Se inauguró el 15 de diciembre de 1984, abriendo sus puertas a los ciudadanos. ¿Qué inscripción poner a la entrada de la sala que alberga la obra de arte? Un paciente respondió: «Para ellos no había lugar… es la Biblia».
El libro Anime di cartapesta contiene fotos del belén y aportaciones de las personas que colaboraron en su realización. Giacomo Doni, tras el infortunio inicial, consiguió recuperar un trozo de historia del manicomio genovés.